Esto de hablar de uno mismo no es tarea fácil y quizás otros deberían hacerlo en mi lugar, pero lo intentaré.
Lo primero es que no podría hablar de "mí" sin hablar de "nosotros" y es que cada parte mía es una parte de ellos y ellos de mí.
Las fotografías que aquí ves son el resultado final, pero todo ello conlleva mucho trabajo y dedicación diaria, robándoles tiempo a ellos, Mario, Víctor y Pilar, ellos son mi inspiración para intentar mejorar en esta forma de vivir que he elegido y me apasiona.
Sobre mí, tal vez decir que soy muy familiar, por si no lo has notado, que alucino en el campo y con los árboles, que disfruto como un enano con mi mountain bike por las montañas cercanas a mi Jaén, que soy surfero frustrado y que me considero una persona positiva, sincera, algo tímido y que para mi la palabra de una persona prevalece ante todo lo demás.
Podría decir que sin saberlo la fotografía me lleva acompañando desde siempre hasta que en 2008 un amigo me confió la difícil tarea de fotografiar su boda, ese fue el punto de partida, porque desde que lo hice tuve claro que si me daban elegir a que quería dedicar mi tiempo, ser fotógrafo de boda y poder captar momentos tan importantes y trascendentes en las vidas de las personas era la primera opción.
A partir de ahí ha sido un intenso trabajo de formación, vivencias y situaciones, hasta que en 2011 dejé de compaginar mi anterior trabajo con la fotografía para dedicarme de lleno a esta última.
Desde entonces raro es el día que no agradezco el poder dedicarme a esto y que año tras año las parejas me sigan confiando la responsabilidad guardar fotográficamente sus recuerdos.
Así que si realmente te sientes cómodo viendo estas historias y te hacen sentir algo me encantaría poder formar parte de tus proyectos de vida.